Estudio indica que dar toro ese llanto por nara te convierte en una chica mala.


Las científicas Carolina Yiselle Galindo (cuyo correo es cagalindo@gmail.com) y Nicolasa Meneses, vinculadas a la Universidad iraní de Al-Abama, publicaron el pasado viernes un estudio que afirmaba que mientras más llores sin necesidad, se aumentará la posibilidad de que te conviertas en una chica mala.

Todo empezó cuando Nicolasa (también conocida como Niqui por su amigui) le preguntó a Carolina «Oye, ¿qué pasa contigo?, Dímelo» mientras activaba una máquina que hizo un sonido muy fuerte, lo que provocó que entre las dos empezaran a trabajar en la teoría en cuestión.

Este fue el audio que desencadenó el suceso:

https://internautismo.com/wp-content/uploads/2020/01/KAROL-G-Nicki-Minaj-Tusa.mp3
Sonido de la irritante máquina

Pacientes que se sometieron a este tratamiento de conversión, presentaron mejorías en su salud. Una de ellas, quien pidió estar en el anonimato y que para efectos prácticos la llamaremos «Angela», indicó que se había curado con rumba. Cuando le preguntamos si había tenido algún efecto adverso en el amor, dijo que estaba «Mela» y que lo había tirado «pa’ la tumba» (sic).

El estudio citado en este artículo también afirma que, para completar la conversión a «Chica mala» la persona debe tomarse dos shots: uno para la pena profunda y otro para la mente (para que el recuerdo no la atormente), sin embargo esto puede tener efectos adversos en el paciente.

«Es importante que la persona que se someta al tratamiento esté consciente que, llegado el caso, si le ponen la canción, está propenso a que le pueda dar una depresión tonta»

Carolina Galindo
La Dra. Galindo en rueda de prensa. Fuente: de los deseos.

Se cansó de ser buena

Dentro de las contraindicaciones del tratamiento, la Dra Galindo manifiesta que este debe hacerse en un entorno libre de música. «Es importante que la persona que se someta al tratamiento esté consciente que, llegado el caso, si le ponen la canción, está propenso a que le pueda dar una depresión tonta» afirma Galindo.

En este caso, el paciente no debe tener un teléfono cerca porque esto provocaría que, mientras esté en un estado emocionado que estimule la secreción de las glándulas lagrimales, pueda llamar a alguien que posiblemente lo mande en buzón porque estará ocupado con otros asuntos.

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