La Federación Española de Fútbol (RFEF), en una especie de duelo verbal digno de una telenovela deportiva, ha arremetido contra las acusaciones de la jugadora Jenni Hermoso. No solo han llamado «mentiras» a sus palabras, sino que han anunciado que se preparan para un asalto legal en toda regla.
En un comunicado que se lanzó en medio de la noche del viernes, la RFEF afirmó que no van a quedarse de brazos cruzados. De hecho, prometen desenmascarar todas esas «mentiras» que flotan en el aire, ya sea que provengan de la boca de Jenni.
¿Falso feminismo?, según Rubiales
La RFEF, armada hasta los dientes con una retórica legal, ha sacado la artillería pesada para proteger a su presidente, Luis Rubiales, quien ha decidido que retirarse no está en su vocabulario. No se anda con rodeos al declarar que lo que ocurrió fue más bien un «gesto consentido» en lugar de un melodrama de invasión de espacio personal.
Mientras tanto, Jenni Hermoso, ha dejado claro que no le hizo ninguna gracia el beso inesperado de Rubiales después del partido ganado por España en el Mundial.
Por si fuera poco, la RFEF no solo ha desplegado un arsenal de palabras, sino también de imágenes. Cuatro fotos meticulosamente seleccionadas sirven como pruebas visuales de su versión de los hechos, como si estuvieran mostrando un tablero de ajedrez en el que la jugadora fue la que tomó la iniciativa.
En medio de esta batalla verbal, otras jugadoras han decidido que no quieren seguir jugando bajo la dirección de los actuales dirigentes de la RFEF. Pero la federación, cual capitana de un barco sacudiéndose ante una tormenta, les recuerda que la selección es como el deber cívico para ellos. Es como si estuvieran gritando: «¡Chicas, la cancha llama y ustedes deben responder!»
¿Quién tiene la razón?
En el centro de todo esto está Luis Rubiales, quien ha decidido resistir y contraatacar con un sorprendente as en la manga: afirma que el beso fue «mutuo» y «consentido». Incluso ha soltado una mirada irónica hacia el «falso feminismo», añadiendo un poco de sazón a esta olla de intrigas.
Lo que empezó como un partido de fútbol y una victoria mundial, terminó convirtiéndose en el guion de una serie de televisión dramática. Desde el campo de juego hasta el terreno de la política y el deporte, la trama se ha tejido en un tapiz de acusaciones, negaciones y giros inesperados. ¡Qué espectáculo!
Este caso, que ha sido llamado el «#MeToo del fútbol español» ha generado una ola de críticas contra Luis Rubiales en el mundo político y deportivo.
